A diez años del reencendido del horno.

El 21 de abril de 2015, la Fundición Santiago Martínez (FSM) reactivó su horno y con él, el pulso de una empresa emblemática de la industria santafesina. Aquel hito marcó el comienzo de un proceso de recuperación liderado por Ignacio “Nacho” Boero, que transformó una crisis profunda en una historia de crecimiento, inversión sostenida y compromiso con la producción nacional.

A diez años de ese momento, FSM se consolida como la principal productora argentina de piezas de fundición gris y nodular de gran porte, integrando la cadena de valor de sectores estratégicos como la maquinaria agrícola y el transporte pesado. La compañía logró reconvertirse, no solo desde lo operativo y tecnológico, sino también desde lo humano: sosteniendo fuentes de trabajo, apostando a la formación de su gente y afianzando una cultura industrial con perspectiva de largo plazo.

“Sabíamos que era difícil recuperar la Fundición, pero siempre tuvimos un objetivo claro. Nada es imposible cuando se confía en el talento local y se trabaja con convicción en fortalecer la industria nacional”, expresó Ignacio Boero, director de FSM.

Una década de transformación e inversión

Desde 2015, FSM ha invertido más de 3 millones de dólares en la modernización de su infraestructura, priorizando la seguridad y las condiciones laborales de sus trabajadores. Áreas como moldeo, rebabado, noyería e instalaciones generales han sido completamente renovadas, permitiendo alcanzar estándares productivos acordes a los desafíos del mercado actual.

La consolidación de FSM se refleja también en la recuperación de clientes estratégicos como John Deere, Grupo IVECO (CNH, CASE – NEW HOLLAND), AGCO y AGRALE, reafirmando su posicionamiento dentro de los principales actores de la industria metalmecánica.

Energía para el futuro

Con la vista puesta en el largo plazo, FSM anunció el desarrollo de su proyecto más ambicioso hasta el momento: la instalación de un sistema de generación de energía limpia en techos, uno de los más importantes de la provincia de Santa Fe. Esta iniciativa reafirma el compromiso de la empresa con la sostenibilidad, el cuidado del ambiente y el cumplimiento de normas internacionales en la materia.

“Los grandes desafíos empiezan con una decisión. Sabemos que el camino no siempre es fácil, pero también sabemos cómo recorrerlo. Apostamos al desarrollo con responsabilidad, pensando en la comunidad, en el medioambiente y en nuestra gente”, señaló Boero.

Hoy, FSM mira hacia el futuro con la convicción de que es posible competir a nivel internacional desde la industria argentina. La reciente distinción con el Premio Exportar 2024 en la categoría “Primera Exportación” es un reflejo de ese rumbo.

Diez años después de haber reencendido su horno, FSM sigue encendida. Comprometida con la excelencia, la innovación y el crecimiento sostenible.